a) Historia del Himno Nacional Mexicano


¿Cómo surgió el Himno Nacional Mexicano?

Parte importante de la historia de México se ve reflejado en la historia de sus símbolos patrios, como lo es el Himno Nacional Mexicano. Cada línea de este canto bélico incluye todo un significado patriótico que nos enseñan desde pequeños.

Considerado uno de los himnos más hermosos del mundo, se originó en un momento difícil a nivel nacional, ya que México acababa de perder casi la mitad de su territorio, por lo que se requería un alentador que uniera de nuevo a la población.

Fue entonces que en 1853, el expresidente Antonio López de Santa Anna lanzó una convocatoria para desarrollar un símbolo patrio que enalteciera el orgullo mexicano, por lo que en el Diario de la Nación se convocó a talentos en dos ramas: escritura y música.

Primero se eligió el escrito que describiera a la perfección el sentir de los mexicanos. Participaron 26 poetas con piezas extraordinarias, pero el ganador fue Francisco González Bocanegra, originario de San Luis Potosí. Se cuenta que en un inicio este talentoso poeta se negaba a participar, pero su prometida, Guadalupe González del Pino y Villalpando, lo encerró en una habitación para que escribiera los versos con los que concursaría, pues confiaba ampliamente en su habilidad para escribir.

Tras 4 horas de encierro, Bocanegra pasó por debajo de la puerta los versos que describen la defensa de la patria, así escribió el Himno Nacional.

Tras haber elegido la letra de Bocanegra, se convocó a musicalizarla. Entre 15 participantes el ganador fue el español Jaime Nunó, quien recién había llegado a México para trabajar como director de bandas de guerra. Si bien, en un principio el hecho de que la música estuviera a cargo de un extranjero no fue bien visto por los mexicanos, era un hecho que ambas composiciones representarían a la nación.

Fue así, que el Himno Nacional Mexicano se entonó por primera vez el 15 de septiembre de 1854 en el Teatro Santa Anna y fue al día siguiente que se estrenó oficialmente a todo el país, lamentablemente sin obtener una respuesta positiva.

Todo apuntaba a que esta composición iba a dejarse de lado, pero fue en el mandato de Porfirio Díaz que se retomó en ceremonias oficiales y con el paso de los años, las 10 estrofas originales sufrieron algunas supresiones y modificaciones hasta llegar a lo que hoy en día cantamos habitualmente. Fue hasta casi 100 años después de haber sido compuesto, el Himno Nacional fue decretado como símbolo patrio junto con el Escudo Nacional y la Bandera.



b) Himno Nacional Mexicano (versión completa)


Estribillo
Mexicanos, al grito de guerra
El acero aprestad y el bridón;
Y retiemble en sus centros la tierra
Al sonoro rugir del cañón.

I
Ciña ¡Oh Patria! tus sienes de oliva
De la paz el arcángel divino,
Que en el cielo tu eterno destino
Por el dedo de Dios se escribió.
Mas si osare un extraño enemigo
Profanar con su planta tu suelo,
Piensa ¡Oh Patria querida! que el cielo
Un soldado en cada hijo te dio.

II
En sangrientos combates los viste
Por tu amor palpitando sus senos,
Arrostrar la metralla serenos
Y la muerte o la gloria buscar.
Si el recuerdo de antiguas hazañas
De tus hijos inflama la mente,
Los laureles del triunfo tu frente
Volverán inmortales a ornar.

III
Como al golpe del rayo la encina
Se derrumba hasta el hondo torrente,
La discordia vencida, impotente,
A los pies del arcángel cayó.
Ya no más de tus hijos la sangre
Se derrame en contienda de hermanos;
Solo encuentre el acero en tus manos
Quien tu nombre sagrado insultó.

IV
Del guerrero inmortal de Zempoala
Te defiende la espada terrible,
Y sostiene su brazo invencible
Tu sagrado pendón tricolor.
Él será del feliz mexicano
En la paz y en la guerra el caudillo,
Porque él supo sus armas de brillo
Circundar en los campos de honor.

V
¡Guerra, guerra sin tregua al que intente
De la patria manchar los blasones!,
¡Guerra, guerra! los patrios pendones
En las olas de sangre empapad.
¡Guerra, guerra! en el monte, en el valle,
Los cañones horrísonos truenen
Y los ecos sonoros resuenen
Con las voces de ¡Unión! ¡Libertad!

VI
Antes, Patria, que inermes tus hijos
Bajo el yugo su cuello dobleguen,
Tus campiñas con sangre se rieguen,
Sobre sangre se estampe su pie.
Y tus templos, palacios y torres
Se derrumben con hórrido estruendo,
Y sus ruinas existan diciendo:
De mil héroes la patria aquí fue.

VII
Si a la lid contra hueste enemiga
Nos convoca la trompa guerrera,
De Iturbide la sacra bandera
¡Mexicanos! valientes seguid.
Y a los fieros bridones les sirvan
Las vencidas enseñas de alfombra;
Los laureles del triunfo den sombra
A la frente del bravo adalid.

VIII
Vuelva altivo a los patrios hogares
El guerrero a contar su victoria,
Ostentando las palmas de gloria
Que supiera en la lid conquistar.
Tornaránse sus lauros sangrientos
En guirnaldas de mirtos y rosas,
Que el amor de las hijas y esposas
También sabe a los bravos premiar.

IX
Y el que al golpe de ardiente metralla
De la Patria en las aras sucumba,
Obtendrá en recompensa una tumba
Donde brille de gloria la luz.
Y de Iguala la enseña querida
A su espada sangrienta enlazada,
De laurel inmortal coronada
Formará de su fosa la cruz.

X
¡Patria! ¡Patria! tus hijos te juran
Exhalar en tus aras su aliento,
Si el clarín con su bélico acento
Los convoca a lidiar con valor.
¡Para ti las guirnaldas de oliva!
¡Un recuerdo para ellos de gloria!
¡Un laurel para ti de victoria!
¡Un sepulcro para ellos de honor!